¿Y tu quien eres? // Shantal //

Pleno mes de Noviembre y el frió recorría la calles, haciendo que la gente se refugiara en el sitio más cercano y caliente que conocieran. Me encontraba cerca del centro comercial y seguir vagando por las calles no era nada cómodo o caliente. No sabía muy bien hacia donde dirigir, aunque mis pasos decidieron por mi. Me acerque a una de las mucha cafeterías que allí se hallaban con la intención de calentarme un poco con una buena taza de chocolate caliente. Me había tenido que sentarme en la barra porque el bar estaba completamente abarrotado de gente. En cuanto pudo una camarera se acerco a mi para a notar mi chocolate caliente. Me quede observando a la gente que había en bar, la verdad es que había mucha más de lo normal. A mi lado en la barra se encontraba una chica, al fijarme en ella casi de refilón no pude notar que había algo raro, algo que decía que no era tan simple como la gente que se agolpaba a nuestro alrededor. ¿ Quizás...? La probabilidad de que fuera un ser no era tan extraña, pero sería eso lo que me había llamado la atención en ella.

De nuevo habia soñado aquello. Una niña de unos diez años jugando con un niño pequeño de cinco; era algo realmente extraño...al soñar esa escena habia sentido varias cosas; era como si les conociera de algun lugar y al ver a ese niño; toda mi piel se había erizado era...era sorprendente. No sé; era como si le conociera de hacía tiempo lo cuál, era verdaderamente extraño.

Tenia que despejar mi mente de esas cosas; por eso habia decidido salir a dar una vuelta. No tenia trabajos de la universidad asi que podria ser libre de salir y divertirme. Sin embargo, aun no conocia a casi nadie en el lugar y bueno, no tenia con quien salir. Aun asi, lo haria...no era de esas chicas que se amedrentaban por no tener compañia.

Pero antes de ir de compras, me dio un poco de hambre asi que entre a la fuente principal. Entre y me acerque a la barra, bueno...vendian cosas extrañas. En definitiva ser nueva en un lugar es algo realmente extraño y feo. No conoces nada, ni sus costumbres si quiera. Al final, me pude decidir por lo que mas rico sonaba del menu. Esperaba que las apariencias -o el nombre -no me engañaran.

Me quede esperando mi pedido, cuando entró una chica rubia al lugar. Me pareció que tenia algo que me identificaba; no lo se. se sentó cerca de mi y desvie mi mirada. Aunque podia sentir aun su mirada sobre mi. Un poco cansada, me giré nuevamente hacia ella. Tal vez me conocía de algún lugar.

- Disculpa pero...¿Me conoces de algun lado? -Pregunté, con una ceja alzada.

Sí, a veces podía llegar a ser un poco borde con las personas que no conocía, en especial con las mujeres.

La pregunta de la chica había sonado bastante borde, aunque no entendía porque tenía un comportamiento así. Si bien me había quedado mirándola casi fijamente pero no era nada malo como para que tuviera que contestarle de ese modo. -No lo se. Puede...- Respondí escuetamente y con la misma frialdad que ella lo había echo. Aunque mi naturaleza curiosa estaba dispuesta a averiguar lo que había de extraño en aquella chica, mi parte orgullosa me gritara que me fuera tan lejos de ella como me fuera posible. Opte por no hacerle caso a ninguna de las dos partes, y darme la vuelta para quedar frente a la barra, donde callada me quede esperando mi chocolate caliente, lista para irme de allí en cuanto pudiera. Como si alguien pudiera leer mi mente, que deseaba pensar en algo que no fuera la inquietante chica que tenía al lado, mi teléfono sonó. Cuando conteste supe cual era el motivo de la llamada. Hablando como normalmente se suele hablar por teléfono comente con cierta persona mis futuros planes de una fiesta que estaba empeñada en prepara. -Si, haz lo que dijo. Van a entrar todos los que quieran.- Con esto último como despedida, colgué el teléfono.